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POCO QUE GANAR Y MUCHO QUE PERDER

Después de los últimos resultados cosechados en Liga y la eliminación de Copa del Rey ante el Rayo Vallecano, los ánimos no estaban por las nubes que digamos. En el partido de hoy, había poco que ganar y mucho que perder.
Digo que había poco que ganar, por varias razones. La primera, porque se jugaba ante un rival de categoría menor (en teoría claro, porque sobre el campo no se notó). Lo normal era la victoria, también porque se jugaba en casa. Se ganó, pero el casillero de los delanteros azules seguirá como estaba, por lo menos hasta el próximo domingo, ya que el único gol del partido se lo marcó en propia puerta un defensa alcarreño. La segunda, porque este trofeo no llamaba mucho la atención entre los aficionados, de hecho, las gradas no estaban tan pobladas como siempre. Algunos dirán que era el Día del Pilar, pero si este partido hubiera interesado de verdad, no hay Pilarica ni fiesta que valga. Y la tercera porque la final será a partido único en campo neutral, por lo que la directiva no podrá ingresar dinero de taquillas ese día (aunque supongo que la recaudación de la final se la repartirán Industriales y Conquenses).
Sin embargo, si que había mucho que perder. Primero: si el Guadalajara se hubiera llevado el partido con el consiguiente pase a la final del torneo, los silbidos los habría escuchado la Virgen del Pilar, pero allí en Zaragoza. Ha sido ganando, y se han escuchado algunos. Ni que decir tiene que en estos silbidos no entran los de los aficionados, que sea el partido como sea, su labor es criticar. No pienso volver a escribir nada más de estos individuos, porque sería publicidad gratuita para ellos.
La verdad es que no se ha jugado un buen partido. El propio De la Nieta lo reconocía en la Rueda de prensa ”buena primera parte y nefasta segunda mitad”. Si por lo menos se materializaran las ocasiones claras que tenemos (que tenemos pocas), otro gallo cantaría, pero hoy por ejemplo dos claras ocasiones se han ido al limbo. Segundo: aunque sea un torneo menor, habiendo quedado eliminado el Albacete, no se puede dejar pasar la oportunidad de incrementar las vitrinas de la sede con este trofeo. Y tercero: en caso de derrota, la moral de los jugadores podría disminuir de cara al próximo partido de liga ante el Fuenlabrada. Al ganar será todo lo contrario.
Al final victoria por 1-0 y otra final a la vista. Parece que han pasado años desde las últimas finales ganadas y fueron hace menos de cinco meses. Ahora toca ganar otra de nuevo.

El aficionado de la semana